Siguiendo con el tema de dotar al taller de una instrumentación básica, continúo con la historia de los multímetros, y como ya comenté, pedí algunos modelos fabricados por nuestros amigos asiáticos, con la condición de que fueran del tipo autorango. Un VC99, un XB-866 que adquirí en Amazon y algún otro modelo del que no guardo muy grato recuerdo. Tal vez la relación calidad-precio esté muy bien, pero ambos son bajos. Me explico: Son muy económicos, especialmente el XB-866, pero no esperes rapidez y precisión en las medidas que realizan, y mucho menos una gran calidad en sus materiales de construcción. Pueden estar muy bien para un uso doméstico o como primer acercamiento a estos equipos de medida, pero no van más allá.
Mientras esperaba la llegada de los nuevos multímetros, decidí probar en el mercado de segunda mano de equipos de fabricantes europeos o estadounidenses. Así adquirí un Fluke 111 en perfectas condiciones de uso, pero aparentemente en más estado exterior, y un multímetro de sobremesa PROMAX MD-200. Ambos a muy buen precio.


Estos dos fabricantes llevan más de 50 años en el mercado, Fluke es una multinacional de origen estadounidense que fabrica entre otros productos, equipos de medida y certificación de calidad ampliamente reconocida. Y PROMAX un fabricante español con una muy dilatada experiencia en diseño y fabricación de equipos de medida para laboratorios de electrónica, y en lo últimos años, en el campo de las telecomunicaciones.