Básicamente se trata de un interruptor o conmutador que se activa mediante un electroimán. Su función es, que utilizando pequeñas corrientes y bajas tensiones denominadas de control, activar o desactivar el paso de grandes cantidades de corriente eléctrica o dispositivos que trabajan con tensiones peligrosas.
Permiten aislar físicamente al circuito electrónico de los dispositivos de alta potencia que controla.
Así, por ejemplo:
Supongamos una placa electrónica que en sus salidas de control pueda suministrar un máximo de 0,1 Amperio (100 mA) a 5 voltios. Si queremos apagar y encender un calefactor eléctrico de 1000 watios que funciona a 230 voltios (Corriente = Potencia / Voltaje = 1000W / 230V = 4,39 Amperios), tendremos que utilizar un relé cuyo electroimán se active con 5 voltios y consuma menos de 0,1 Amperio (el electroimán de cualquier pequeño relé suele consumir entre 0,02 a 0,05 Amperios) y ser capaz de controlar dispositivos a 230 voltios o más, que consuman más de 4,39 Amperios. El relé de las siguiente imagen sería válido:
En el mercado existen relés (también conocidos como relevadores) para todas las necesidades.
Componentes y Símbolos Electrónicos
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